En algún momento de tu vida te planteas una mejora en tu vida y bienestar: hacer más deporte, dormir mejor, enfadarte menos, comer más saludable, ser más organizada, encontrar tiempo para ti, volver a estudiar….
Para conseguirlo, debes construir una rutina adecuada para ti (las rutinas genéricas no sirven porque cada persona es única y. sus circunstancias, también). Las redes han hecho mucho daño en esto con las modas..
Construir una rutina no es “rutinario” sino que trata de seleccionar los hábitos que, cuando consigas que formen parte de tu forma de vida y los realices de forma natural, te lleven a sentirte, hacer y vivir como deseas y necesitas, es decir, alcanzar tu propósito.
LOS 3 PILARES DE LA RUTINA
Por si eres recién llegada, explicarte o recordarte que la base de mi método y sus técnicas nacen de mi experiencia en mi rutina de práctica de yoga. Yoga es cuerpo y mente. A través del movimiento físico liberas bloqueos y te preparas para calmar y abrir la mente y llegar así a tu ser, tu parte más espiritual y emocional. Los beneficios de yoga en la vida real son tan potentes precisamente porque trabaja el plano físico para llegar al plano más íntimo: auto-conocimiento, sentimientos, tendencias, gestión de emociones…
Es por ello que integro en todos mis programas mi método de rutinas que se basa en estos 3 pilares:
Cuando listamos los hábitos a integrar en tus días que se alineen al objetivo que tienes, escogemos siempre como mínimo 1 hábito de cada uno de estos pilares.
Te pongo un ejemplo. «Quiero ser más positiva y salir de la espiral de negatividad en la que estoy inmersa»
(Un paréntesis: Aclarar, antes de seguir adelante, que este objetivo o propósito lo habrás descubierto después de haber pasado por la primera fase de mi método, la más larga e importante, la fase de Auto-conocimiento. Quiero decir, que una no se despierta por la mañana y decide ser más positiva sin más. Antes de decidir nada, analizas tu vida, tus circunstancias, lo que te hace sentirte mal, tus reacciones y dibujas tu DAFO de personalidad (o lo que yo llamo tu «Fotomatón Personal«)-si no sabes de qué hablo te invito a leer este post: CÓMO CONOCERME MEJOR.
Sólo cuando llegas a la raíz de tu malestar y ves claro qué es lo primero a arreglar, aquello que cuidándolo y mejorándolo te va a aportar más hacia el camino de mejorarlo, es el momento en que concluyes y dices: «quiero ser más positiva».)
Retomamos nuestro propósito: ser más positiva. Bien, de los innumerables hábitos que puedes empezar a aplicar para reeducar tu mente y tendencia, escogerás 1 de cada pilar.
Ejemplo:
🔸Hábito para el cuerpo: pasear cada día 30 minutos al sol. ¿Qué tiene que ver eso con ser más positiva si es algo mental? Oxigenarte, mover la energía que se estanca en el trabajo y en casa y recibir los rayos del sol que te dan vitamina D, impacta en positivo a tu estado de ánimo y te prepara para el resto de trabajo que debes realizar.
🔸Hábito para la mente: anotaré a lo largo del día en un pequeño bloc cada pensamiento negativo que tenga. Llegada la noche, observaré cuáles han sido mis pensamientos y si eran todos reales, han llegado a acontecer o qué o quién los ha provocado. Tomar consciencia de tu inercia o tendencias, sería un muy primer paso.
🔸Hábito para las emociones: ¿Tienes una lista de diversión? Si no has hecho, te invito a tener “abierto” un listado de cosas con las que te lo pasas bien y se te pasa el tiempo volando, te abstraes del mundo o te sientes bien contigo misma. No tiene que ser nada largo e imposible. Puede ser simplemente ponerte aquella música que tanto te gusta.
Como ves, aunque tu objetivo sea mejorar un aspecto emocional, el camino siempre incluirá el cuidado del cuerpo. Y a la inversa, si quieres adelgazar, tu estrategia incluirá hábitos de cuidado emocional y mental (¿o crees que puedes adelgazar si estás llena de ansiedad o no duermes bien?).
Descarga aquí una check list con muchísimas ideas de micro -hábitos para cada uno de los tres pilares. ¿se te ocurre alguno más?