El estrés laboral es uno de los grandes enemigos de la productividad y el liderazgo efectivo. A medida que los managers enfrentan mayores responsabilidades, la presión por cumplir con plazos, dirigir equipos y tomar decisiones importantes puede generar un estrés significativo. Y más, como digo siempre, en estas posiciones “Sandwich”. Este estado de tensión no solo afecta su bienestar personal, sino que también impacta negativamente en la productividad y el trabajo en equipo.
¿Cuál es el impacto del estrés en la productividad y liderazgo?
Cuando un manager está bajo estrés, su capacidad para concentrarse y tomar decisiones informadas se ve comprometida. El cerebro, sobrecargado por preocupaciones, se vuelve menos eficiente, y las tareas que antes se realizaban con facilidad ahora parecen montañas imposibles de escalar. El estrés prolongado conduce a la fatiga mental, reduciendo la creatividad, la motivación y la eficiencia en el trabajo. Además, el estrés aumenta la probabilidad de cometer errores, lo que puede generar aún más estrés en un ciclo vicioso.
El liderazgo requiere claridad mental, empatía y habilidades de comunicación efectivas. Sin embargo, el estrés puede nublar el juicio, dificultando la toma de decisiones asertivas y la capacidad de liderar con confianza. Además, un líder estresado tiende a transmitir ese estrés al equipo, creando un ambiente laboral tenso y menos colaborativo. Esto no solo afecta la moral del equipo, sino que también reduce la cohesión y la productividad grupal. Un equipo que percibe a su líder como inseguro o abrumado pierde confianza, lo que puede generar conflictos internos y una disminución en el rendimiento colectivo.
Estrategias Clave para Gestionar el Estrés de los managers en el Entorno Laboral:
La Aceptación: Primer Paso para Reducir el Estrés Laboral
Una de las principales fuentes de estrés es la resistencia a la realidad. Cuando te niegas a aceptar lo que está ocurriendo, generas una energía negativa de negación y desaprobación que solo aumenta tu malestar. Aceptar no significa resignarse, sino hacer las paces con la situación tal como es, y desde allí, buscar nuevas formas de actuar. En lugar de luchar contra la realidad, adopta el mantra: “Acepto lo que hay y desde aquí decido crear algo mejor.“ y decide cuál será tu primer pequeño paso.
Vivir en el Aquí y Ahora
El estrés muchas veces proviene de la anticipación de problemas futuros. Si notas que tu mente está proyectando fallos o dificultades por venir, detente. Cuestiona esos pensamientos, son ahora mismo 100% ciertos? y enfócate en lo que puedes hacer ahora, en este preciso momento. Esto te ayudará a mantener la calma y a tomar decisiones más acertadas.
Transforma el ‘Tengo que’ en ‘Elijo’: Empodérate y fortalece tu liderazgo
El lenguaje que utilizas refleja tu estado mental. Si te escuchas diciendo “tengo que”, es una señal de que te estás dejando llevar por influencias externas y no estás actuando desde tu voluntad o creencia interna. Cambia el “tengo que” por “elijo”. Este simple ajuste te permitirá sentirte más en control y alineado con tus verdaderos objetivos. Comprometido con tu elección y listo para accionar.
Observa tus pensamientos desde fuera
Es crucial desarrollar el hábito de observar tus pensamientos sin identificarte con ellos. Cuando notes pensamientos de no aceptación, anticipación negativa o desaprobación, detente. Recuérdate que No eres tus pensamientos; es tu mecanismo mental de defensa. Al observarlos desde una perspectiva externa, como si fueras un tercero, tomarás distancia y podrás tomar decisiones más objetivas y menos impulsivas.
Practica la Gratitud y mejora tu bienestar y liderazgo.
La gratitud es una herramienta extremadamente poderosa para cambiar tu estado mental. Te ayuda a salir de la energía de la escasez, la urgencia y el desespero, y te conecta con una mentalidad de posibilidad y positivismo. Para practicarla, cuando te suceda algo bueno, no lo pases por alto. Tómate un momento para saborearlo: puedes escribir lo que ha pasado, cerrar un momento los ojos y dejarte sentirlo profundamente o puedes hacer una lista diaria de cosas por las que estás agradecido Y TE AGRADECES A TI. Yo personalmente lo hago antes de dormir, repaso mi día y destaco lo que quiero agradecer y agradecerme.
No olvides agradecerte a ti mismo por tus logros y esfuerzos, por pequeños que sean.
Incorpora Actividades Relajantes en tu día
Finalmente, es fundamental incorporar en tu día alguna actividad que te relaje y te ayude a desconectar del estrés laboral. Puede ser algo tan simple como un paseo al aire libre, practicar yoga, meditar, o incluso dedicarte a un hobby que disfrutes. El objetivo es desconectar de las responsabilidades laborales y recargar tu energía para enfrentar los retos del día a día con una mentalidad renovada. Tu contador de energía al final del día debería estar a 0, no a -100000. Toda la energía productiva y creativa del día debes compensarla con momentos de energía de descanso y diversión y llegar a la noche a 0 para dormir del tirón.
El estrés es una realidad inevitable en la vida de cualquier manager, pero no tiene que ser un obstáculo insuperable. Con herramientas como la aceptación, la práctica de vivir en el aquí y ahora, el cambio de lenguaje interno de “tengo que” a “elijo”, la observación desapegada de los pensamientos, la gratitud y la incorporación de actividades relajantes, es posible no solo manejar el estrés, sino convertirlo en una oportunidad para crecer como líder y como persona.
Es básico que implementes estas estrategias en tu vida diaria y verás mejorar tu productividad, liderazgo y bienestar general.
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