Saltar al contenido

Por qué identificar tus creencias limitantes es clave para tu éxito como líder (y cómo hacerlo)

CEOs y directores sienten que trabajan todo el día, pero no logran alcanzar sus metas. A menudo, la causa no está en la falta de tiempo o habilidades, sino en algo más profundo: nuestras propias creencias limitantes.

Estas creencias son ideas que asumimos como ciertas, pero que actúan como barreras invisibles. Frases como “si quiero que algo salga bien, tengo que estar encima o hacerlo yo” o “no puedo perder el control en esto” o “no puedo arriesgar, es mi negocio. Ellos no lo sienten igual” parecen inofensivas, pero en realidad limitan tu capacidad de liderar de manera efectiva.

Las creencias limitantes son pensamientos profundamente arraigados que condicionan tus decisiones y acciones (y de las que no eres consciente). Se originan en experiencias pasadas, influencias culturales o patrones que hemos adoptado a lo largo del tiempo (lo típico que siempre te ha funcionado y ahora no quieres cambiar)

¿Cómo impactan en tu liderazgo?:

  1. Tomas desde el miedo: Evitas riesgos o mantienes el control excesivo.
  2. No delegas: Creer que solo tú puedes hacer ciertas tareas te lleva al agotamiento.
  3. Resistencia al cambio: Te cierras a nuevas formas de trabajar o liderar, quedándote estancado.

Por ejemplo, si crees que “el error es inaceptable”, probablemente evitarás delegar tareas importantes por miedo a que otros no cumplan con tus estándares. Esto te convierte en un cuello de botella para el crecimiento de tu negocio.

Las peores creencias, no sólo afectan a tu liderazgo y negocio sino también a tu bienestar. Creencias como “no merezco este puesto”, “hablar en público no se me da bien” o “ya no tengo edad para aprender esto” te afectan a nivel más profundo si cabe. Ahí es cuando sobre-trabajas, compensas o tu carácter se vuelve contra ti (a la defensiva, llevando una máscara…)

La buena noticia es que puedes empezar tu propio camino de autoconocimiento y conseguir desbloquear estos frenos internos.

Paso 1: Identificarlas

1.1.Observa tus pensamientos recurrentes. Durante unos días o semanas, haz una lista de frases que te dices a menudo, especialmente en momentos de estrés. Ejemplos: “No tengo tiempo para planificar”, “Es mejor que lo haga yo”, “Van a darse cuenta que no sé”…Poner foco es el primer paso.

1.2.Detecta patrones en tu comportamiento. Analiza esta recopilación que has hecho, y pregúntate:

  • ¿Qué decisiones estoy evitando?¿Qué tareas insisto en controlar, aunque podría delegarlas?
  • ¿Qué temas me generan más frustración o estrés? ¿De qué tipo son los bloqueos más recurrentes? – Encuentra el más común, lo que más te está bloqueando y afectando.

1.3. Identifica el origen. Tómate un tiempo para reflexionar: ¿De dónde proviene esta creencia? ¿Es algo que aprendiste de experiencias pasadas o de otras personas? La reflexión es abierta, te haces la pregunta y vas observando mientras caminas, conduces, te duchas…si en algún momento una respuesta, idea o imagen viene a ti.

Paso 2: Transformar tus creencias

2.1 Cuestiona la validez de la creencia. Una vez tienes claro qué idea instalada es la que más te impacta, porque además seguro te afecta en más áreas de tu vida, usa el MÉTODO SOCRÁTICO para desafiar tus pensamientos. Escribe tu creencia y pregúntate:

  • ¿Es absolutamente cierto?
  • ¿Qué evidencia tengo de que esto siempre es así? 100%
  • ¿Qué pasaría si lo interpretara de otra manera? ¿qué otra forma de verlo me beneficiaría más? Ejemplo: Cambia “si quiero que algo salga bien, debo hacerlo yo” por “enseñar a esta persona de mi equipo puede ser una oportunidad para…”
  • 2.2 Implementa microcambios. Introduce pequeños cambios en tus acciones para consolidar la nueva creencia. Ejemplo: Delegar una tarea pequeña cada semana y supervisar los resultados sin intervenir directamente. Probar dar un speech en público en un entorno seguro o tema que dominas.

¿Por qué es clave conocer y trabajar en tus creencias?

Identificar y transformar tus creencias limitantes no solo mejora tu bienestar personal, sino que también potencia tu capacidad para liderar. Te permite:

  • Tomar decisiones estratégicas con claridad.
  • Delegar con confianza y liberar tiempo para lo importante.
  • Inspirar a tu equipo con un liderazgo más consciente y seguro.

El mayor obstáculo para tu éxito no son siempre las circunstancias externas, sino las barreras internas que te pones sin darte cuenta. Hoy es el momento de dar el primer paso: identifica una creencia limitante y empieza a cuestionarla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿cómo podemos ayudarte?