“Silvia, cuando estoy en la oficina, me gusta ser esta mamá patito que cuida de todos.
Aprecio y valoro mucho a mi equipo, cuido que estén bien y los defiendo por encima de todo. Intento no traspasar la presión y me encanta que digan que soy una buena jefa, que siempre estoy ahí.
Mi despacho siempre está abierto, Silvia. Estoy disponible para lo que necesiten. No soy de esas que se encierran en el despacho ignorando lo que pasa fuera.“
Esta es tu presentación en nuestra sesión sobre la gestión del tiempo; esta a la que has llegado desesperada pidiéndome ayuda porque:
“Tengo tanta carga de trabajo que estoy bloqueada y no le veo fin… las listas nunca disminuyen y crecen. Dedico el 100 % del tiempo al trabajo y aún siento que no soy productiva.”
Valores llevados al extremo que te dañan
Ojo, con tus valores. Son valores y principios importantes para ti pero estos valores, llevados al extremo
¿Cómo te están afectando?
¿Qué responsabilidades y tareas importantes estás dejando de hacer cuando eres esta super mamá pato que cubre y compensa todo?
Tu concepto de buena jefa
Si eres esta líder que trabaja de forma reactiva, apagando fuegos y en modo supervivencia.
La que siempre va con prisas, dando instrucciones o feedback en 5 minutos de pasillo
Que estás agotadísima y no tienes tiempo ni energía para escuchar ya nada ni “tonterías”
¿Es cierto que así eres una mejor JEFA para tu EQUIPO?
¿Cómo impacta a la calidad de tu vida y la CALIDAD de tu trabajo?
La ineficiencia invisible
“Silvia, si yo me organizo muy bien. Llego a hacer todo lo que me había propuesto. Tengo ya muchos años de experiencia y sé muy bien a qué reuniones ir y a cuáles no…“
Y nos ponemos a analizar tu trabajo y sí, te organizas muy bien, llegas a hacer toooodas las tareas operativas.
Pero empezamos a indagar, y aparecen tareas que podrías delegar, otras que podrías dejar de hacer, ineficiencias que no habías detectado …una larga lista de huecos que sí, hoy no necesitas, porque vas a piñon y llegas a todo.
Pero ¿cómo sería tu liderazgo si tratas estos aspectos y dejas estos huecos para tener tiempo de parar y pensar, tomar decisiones estratégicas y hacer cosas que no estás haciendo?.
Es la ineficiencia invisible. No las echas en falta porque no son tus tareas diarias pero son tu gran “coste de oportunidad”.
Estás dejando de hacer tareas que podrían tener más impacto, acciones constructivas, para tu departamento y equipo, que te harían brillar más, sentir que evolucionas en tu puesto o por ejemplo tener más tiempo de desarrollar a tu equipo.
¿cómo cambiaría así tu liderazgo?
¿Qué impacto tendría en la gestión de tu energía del día a día tener este tiempo para pensar en lugar de ir como un robot que llega a todo?
Este es el autoengaño y la diferencia entre lo que tú piensas y la realidad subyacente.
👉Si quieres darle una vuelta a esto y compartir tus reflexiones, te 📖leemos.